Crítica: "Linterna verde".

Llega a las pantallas "Linterna verde", la adaptación del cómic de la DC en manos del director Martin Campbell ('Casino Royale'). Disfrutable entretenimiento pero superficial y carente de emoción, que viene a demostrar que no todos los héroes han nacido para la gran pantalla.

En "Linterna verde", Ryan Reynolds da vida a Hal Jordan, un piloto de pruebas de gran talento aunque egoísta y terco hasta decir basta, que resulta ser el primer humano elegido por "el cuerpo de los Linterna verde" -- una hermandad de guerreros intergalácticos portadores de un anillo que les otorga superpoderes -- para destruir una fuerza malvada que amenaza el Universo y la Tierra, conocida como el Parallax. Reacio a afrontar su destino, finalmente y con la ayuda de su amor de la infancia (y ahora jefa, Carol -- Blake Lively), Hal acepta su nueva responsabilidad convirtiéndose en un superhéroe capaz de volar y de materializar las cosas que necesite con sólo pensar en ellas.

Partiendo de la base de que "Linterna verde" no deja de ser un superhéroe de tercera al lado del resto de personajes de la DC, "Green Lantern" nunca llega a ser una mala película, porque como forma de entretenimiento funciona durante la mayor parte de su duración, pero sí una película correcta (lo que no es algo muy positivo después de un verano con grandes sorpresas en el género) cuyo principal problema es la falta de ideas nuevas a la hora de plasmarlas en la pantalla -- lo de la mitología, héroe arrogante e interés romántico ya lo vimos con mejores resultados en 'Thor' -- especialmente cuando no hay una historia lo suficientemente atractiva como para pasar por alto algunos de sus errores.

Con respecto al apartado visual, no hay queja, pero con un presupuesto de 200 millones de dólares no se podía esperar otra cosa. Lo que ya me cabrea es el pobre uso del 3D, sobre todo cuando se podían haber hecho auténticas maravillas con él.

Es cierto que entretiene y que, tal vez, desde un primer momento los responsables de "Linterna verde" no aspiraban a competir con los pesos pesados del cine de superhéroes. Aunque en ningún momento me vale como excusa para justificar la falta de esfuerzo por intentar desarrollar al protagonista -- no basta con pasar de puntillas por la historia que se oculta tras los miedos e inseguridades de Hal -- así como al resto de personajes. Ni villanos, ni féminas en apuros, ni nada de nada, no hay oportunidad de sentir la más mínima empatía por ellos.

Y es que quizá con un poco más de empeño, hoy no estaríamos tachando a "Linterna verde" como la peor película de superhéroes del verano.