Crítica: "La saga crepúsculo: Amanecer Parte I".

Denominada por muchos como el acontecimiento más esperado del año (¿alguien recuerda 'Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte II'?), llegaba el viernes a los cines "La saga crepúsculo: Amanecer Parte I", penúltima entrega basada en las novelas de Stephenie Meyer con el director Bill Condon ('Dreamgirls', ‘Dioses y monstruos’) como maestro de ceremonias.

Escrita por Melissa Rosenberg, guionista oficial de la franquicia, esta cuarta película empieza tal y como terminó 'Eclipse', con una invitación a la boda de la adolescente de dieciocho años Bella Swan (Kristen Stewart) y su prometido de 109 Edward Cullen (Robert Pattinson). Y es que Bella está tan enamorada de Edward que está dispuesta a dejar toda su vida atrás por pasar el resto de su eternidad a su lado.

Su romántica luna de miel les lleva de viaje a la paradisíaca Isla Esme, cerca de Río de Janeiro, para finalmente consumar su amor en una noche que traerá terribles consecuencias para los protagonistas: el nacimiento de un bebé que bien podría significar la muerte de Bella.

Por suerte para los seguidores, "Amanecer" es una de las entregas más fieles a los libros de Meyer puesto que retrata con máximo respeto momentos importantes como la boda, la luna de miel o el parto, todo ello adherezado con el habitual toque de romanticismo y misticismo que tanto gustó al público (femenino) en entregas anteriores.

Por desgracia para el resto, "Amanecer" es una cinta de ritmo excesivamente lento y de diálogos y situaciones en ocasiones sonrojantes, en la que se echan en falta las escenas de lucha entre clanes vistas en la entrega anterior. Y es que la táctica de dividir el último libro en dos filmes que tanto funcionó en la entrega final del mago, aquí se percibe únicamente como recurso para pasar por caja por partida doble.

Lástima que "La saga crepúsculo: Amanecer Parte I" tenga que esperar hasta el último acto para crear en el espectador un mínimo interés de cara al desenlace definitivo. Incluso así, un servidor ya se prepara para su próxima cita con Bella y compañía. Y es que, pese a quien le pese, Crepúsculo es un fenómeno en toda regla.