Crítica: "The Collector".

Estrenada en los cines estadounidenses en verano de 2009, este fin de semana llega a nuestras pantallas "The Collector", el debut en la dirección de Marcus Dunstan, mente macabra donde las haya, y guionista de las últimas entregas de la franquicia 'Saw'.

El cazador cazado: "Para el manitas y ex-timador, Arkin (Josh Stewart), un hogar tranquilo y una familia de vacaciones es una "oportunidad". Porque en el interior de la casa hay una caja fuerte con joyas, y dentro de la caja hay una rara gema, -su única esperanza para pagar la deuda de su ex esposa y mantener intacto lo que queda de su familia-. Desgraciadamente para Arkin, dentro de la casa hay también una caja que contiene el último espécimen de una colección catalogada como sangre, huesos y lágrimas... un espécimen humano denominado 'cebo'."

Enfermiza e hiper-violenta, "The Collector" es, ante todo, una producción no apta para estómagos sensibles y destinada a contentar al público de Jigsaw, ahora que la taquillera saga ha decidido tomarse un respiro. Dicho esto, la película no viene a revolucionar un género explotado hasta límites extremos.

Afortunadamente, el resto de mortales también encontrará en esta serie b de bajo presupuesto un thriller frenético, de excelente factura técnica y aún mejor ambientación (efectiva la labor de Dunstan tras las cámaras), que la convierten en un entretenimiento fugaz de lo más apetecible para espectadores hambrientos de emociones fuertes.

Con "The Collector", el denominado torture porn parece haber encontrado un nuevo filón de oro. Su secuela, 'The Collection 3D', ya está en camino.