Me encontré con mucha decepción cuando la épica "El príncipe Caspian", segunda aventura de los hermanos Pevensie, fue un sonado fracaso en el verano de 2008. Disney había invertido mucho en aquella secuela de uno de los grandes éxitos del estudio en los últimos años. Pensé que era el fin de Narnia. Pero ni mucho menos, la Fox pronto se hizo con los derechos de la saga y sacó adelante esta "Travesía del viajero del alba" reduciendo su elevado presupuesto pero con la intención de devolver la magia que encandiló al mundo con la primera de las películas.
Ahora me asaltan las dudas, ¿hubiese sido mejor dejar la saga tal y como la dejó Disney? Lamentablemente creo que sí. Raras veces la Fox acierta con producciones de este género, "Percy Jackson y el ladrón del rayo", "Eragon" y "Los seis signos de la luz" son un buen ejemplo de cine de palomitas pero carente de cualquier tipo de emoción, y con la tercera entrega de Narnia ocurre exáctamente igual. ¿Dónde quedaron la dulzura e inocencia de "El león, la bruja y el armario"? Por no hablar de la majestuosidad que el director Andrew Adamson supo dotar sobre todo a "El príncipe Caspian". Porque no nos engañemos, la falta de presupuesto hace que la primera parte de "La travesía del viajero del alba" sea casi de broma. Tan sólo las secuencias finales de acción y sobre todo la aparición de Aslan (Liam Neeson) en el tercer acto, destacan en este aburrido e insípido viaje a Narnia.
Por tercera vez, Lucy y Edmund Pevensie vuelven a Narnia con su primo Eustace donde se reencontrarán con el antiguo príncipe que ahora es el Rey Caspian. Juntos se embarcarán en la búsqueda de los siete desaparecidos señores de Narnia tal y como le prometieron a Aslan. Este será un viaje que les llevará a cruzar los mares e islas mágicas a bordo de la embarcación “El Viajero Del Alba” y en el que se encontraran con dragones, enanos y una banda de guerreros perdidos, antes de llegar al fin del mundo...
El británico Michael Apted toma el relevo del director Andrew Adamson y el resultado no podía ser peor. Apted no tiene lo que hace falta para ser un director de cine blockbuster, limitándose a colocar una escena tras otra sin ritmo y encanto alguno, que hacen de este Narnia un auténtico desastre.
Mención aparte para las actuaciones de los actores, ni Skandar Keynes (Edmund) ni Georgie Henley (Lucy) están a la altura de sus personajes, habiendo perdido todo el carisma que, sobre todo ella, demostraron en las anteriores entregas. Ben Barnes (Caspian) se limita a poner pose aventurera curiósamente ahora después de haber demostrado que podía sacar adelante una película él solito (hablamos de "El retrato de Dorian Gray"). Tan sólo el recién llegado Eustace (Will Poulter) parece confiar en su personaje y estar a la altura (quién lo diría) del ratón animado Reepicheep, que es sin duda lo más interesante de la película.
Una auténtica pena que una saga tan prometedora se haya tirado por la borda (literalmente) con una continuación tan impersonal y plana como infantil y además terríblemente religiosa.
Por tercera vez, Lucy y Edmund Pevensie vuelven a Narnia con su primo Eustace donde se reencontrarán con el antiguo príncipe que ahora es el Rey Caspian. Juntos se embarcarán en la búsqueda de los siete desaparecidos señores de Narnia tal y como le prometieron a Aslan. Este será un viaje que les llevará a cruzar los mares e islas mágicas a bordo de la embarcación “El Viajero Del Alba” y en el que se encontraran con dragones, enanos y una banda de guerreros perdidos, antes de llegar al fin del mundo...
El británico Michael Apted toma el relevo del director Andrew Adamson y el resultado no podía ser peor. Apted no tiene lo que hace falta para ser un director de cine blockbuster, limitándose a colocar una escena tras otra sin ritmo y encanto alguno, que hacen de este Narnia un auténtico desastre.
Mención aparte para las actuaciones de los actores, ni Skandar Keynes (Edmund) ni Georgie Henley (Lucy) están a la altura de sus personajes, habiendo perdido todo el carisma que, sobre todo ella, demostraron en las anteriores entregas. Ben Barnes (Caspian) se limita a poner pose aventurera curiósamente ahora después de haber demostrado que podía sacar adelante una película él solito (hablamos de "El retrato de Dorian Gray"). Tan sólo el recién llegado Eustace (Will Poulter) parece confiar en su personaje y estar a la altura (quién lo diría) del ratón animado Reepicheep, que es sin duda lo más interesante de la película.
Puntuación: 1.5 sobre 5 estrellas.
1 comentario:
En general me parece que visualmente Narnia es muy entretenida, sin embargo creo que va perdió magia por el hecho de ya no involucrar a los 4 jóvenes de la historia. En fin, no digo que sean malas pero me hubiera gustado que ellos siguieran participando.
Publicar un comentario